4:19 de la madrugada.

Sensación espantosa inexplicable... creía no volver a sentir mi cuerpo, que alguien se apoderaba de mi, alguien inferior, al que nunca se lo permitiré.

Resuena el eco de los recuerdos... ''escapa de allí'' ;me decía; no había razón.

Entonces el bien al compás de la paz, me atrapaba, me cautivaba con su melodía efímera y certera.  Estoy bajo la protección de Dios, se que nada malo pasará.


Salvame, Dios mio salvame
por eso salvame


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