Aprende  a valorar las pequeñas cuotas de afecto y de intimidad que puedas  tener, aunque sean imperfectas. Lo que recibimos de los demás no es poca  cosa. Es verdad que es pequeño y siempre será insuficiente, pero eso no  significa que sea malo o mentiroso.
No hay que pensar que todos son  completamente malignos, egoístas, interesados. Sólo son una mezcla de  actitudes buenas y malas. Recuerda que simplemente  somos imperfectos, pero en todos los casos tenemos cosas buenas que son  reales, aunque estén mezcladas con miserias, aunque tengamos que  soportar o tengan que tolerarnos ciertas cosas.
También debemos asumir con realismo que habrá siempre, un deseo de nuestro corazón que nadie podrá resolver plenamente…
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario