Quería ser diferente, cambiar en lo que se había convertido, pero el dolor… Ese dolor que la dejaba sin respiración, sin aliento. No le permitía hacerlo. Es como si viviera en un mundo oscuro. En que las lágrimas disminuyen el dolor y son la única compañía. La oscuridad te esconde, el sol no sale, no sonríes y la felicidad no existe… Como en un túnel oscuro en que no encuentras esa luz en el final. Estaba sola… Había dependido de él. Le había entregado todo. Cada una de sus sonrisas, cada uno de sus besos, cada abrazo… Él había sido su vida. Pero terminó con todo. La destruyó, acabando con ella. Destrozó su corazón, su confianza, su amistad… Arruinó cualquier sentimiento que había sentido y vivido con él. Acabó con su afecto, con su cariño. …Finalmente, dejándola herida, perdida, desdichada, dolida, infeliz y vacía…
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